Se ha generado mucho interés por lograr mejores beneficios tratando los problemas de manera integral. Así como también en compañía de varias personas que exponen cada una sus propias experiencias. Es por esto que hoy te decimos: Obtén grades beneficios con las terapias grupales, y comparte todas tus inquietudes. Así podrás medir la capacidad de recuperación que tiene cada ser humano ante sus diferentes estados anímicos.
Los psicoterapeutas han encontrado grandes beneficios en las terapias de grupo. Pues a través de sus experiencias tratando a varias personas a un mismo tiempo, se ha podido demostrar que el hecho de compartir es altamente beneficioso. Comenzando por lo de un principio matemático, al compartir un peso entre varias personas. O entre varias columnas, este se hace realmente y sorprendentemente soportable.
Cuando una persona relata su experiencia, o mejor dicho, el mal que la aqueja. Por lo general las demás personas la escuchan y establecen comparaciones y se animan a buscar soluciones por sí mismas. Es más casi siempre hasta aportan sus propias ideas, contribuyendo sorprendentemente a encontrar su propia solución. Algunas veces estas terapias de grupo son dirigidas por un solo terapeuta. Pero sin embargo en otras ocasiones las dirigen un par de profesionales, quienes a su vez interactúan con los pacientes.
Existen múltiples motivos para organizar una terapia de grupo. Y es por eso que ahora vamos a contemplar detalladamente cuáles serían las razones por las que usted debe solicitar ser atendido por un profesional de la psicología.
¿En qué momento de la vida consultar a un psicólogo y pedir una terapia grupal?
Algunas veces el ser humano es un poco atenido y necesita que lo orienten, o que le abran los ojos. Pero hay otras personas que son un poco más aguzadas y tomas la decisión por sí mismas. Estás no le dan más vueltas al asunto y deciden apartar una cita con un especialista. Evitando en todo momento que su problema tome cuerpo y se convierta en un monstruo inmanejable.
¿Cuáles pueden ser algunas situaciones de alarma para percibir que se debe acudir a una terapia grupal?
De estas terapias de grupales, surgen muchas empatías y compasión hacia otras personas. A quienes llegamos a conocer y hasta nos compenetramos tanto con ellas, que tratando de ayudarlos a superar su problema, nos llegamos a olvidar de nuestros fantasmas. Por ello, en todo momento de la vida cada uno de nosotros se debe percatar. Y así tener en cuenta cada posible situación de riesgo que amerite una terapia Mindfulness o terapia grupal.
La ansiedad
Cuando nos encontramos todo el tiempo insatisfechos, esperando que suceda algo que ni siquiera algunas veces tiene un rostro definido. O que es realmente algo improbable de suceder como el retorno de alguien que partió definitivamente, y nos empeñamos en creer que no podremos soportar su ausencia.
Cuando nos descubrimos dando vueltas por la casa porque “estamos aburridos”. Y hay un montón de libros en la biblioteca que nunca hemos abierto porque no nos gusta la lectura. También un montón de platos para lavar pero “tenemos flojera”, o trabajo atrasada pero “estamos cansados”. O peor aún, tener un coche estacionado en el garaje, pero “no sabemos a dónde ir”.
La ansiedad tiene muchas caras y se justifica, o camufla con la tristeza, flojera, desidia, aburrimiento y apatía. También hasta con ataques de nervios, que en muchos casos pueden llevar a las personas a tomar tristes decisiones.
Estas personas se vuelven impacientes, inquietas, fumadoras o compradoras impulsivas. Nada las satisface y siempre están en movimiento. Por lo general les cuesta conciliar el sueño y por lo tanto siempre lucen cansadas y como a la expectativa.
Las personas que sufren de trastornos de ansiedad, pueden caer en excesos con el uso de ansiolíticos. Hasta llegar a tener graves problemas o trastornos en su conducta. No necesariamente deben ser medicadas. Pero sí están pidiendo a gritos un tratamiento de carácter psicológico para que los ayuden sencillamente hay que ayudarlos.
En estos casos, nada mejor que una terapia grupal o Mindfulness. Donde van a descubrir que hay otras personas con el mismo problema y quizás hasta peores que ellos mismos. Pero es necesario ya que allí se llegará a la mejor solución y cura del paciente. Poniendo sus cartas sobre la mesa, es decir desnudándose, de avocan a buscar posibles soluciones.
Las fobias
Existen una gran cantidad de fobias para los seres humanos. Ya que, puede ser que se presenten situaciones de aversión hacia algún tipo de animales, de personas o de situaciones. Hay quienes no pueden soportar ver una araña. Teniendo episodios severos de trastornos que solo con terapia se puede tratar. Bueno este tipo de personas se vuelven tan sensibles que pueden tener pesadillas repetitivas con dichos animales.
Otros sienten fobia por los diferentes tipos de razas o de personas con alguna condición que los haga “especiales”. Claro que uno no se puede excluir del mundo que lo rodea, a no ser que se auto encarcele en su propia casa y no salga a compartir con el resto de la humanidad.
También pueden surgir algún otro tipo de fobias que pueden confundirse con alergias como el polvo, el desorden, las multitudes, las alturas, la oscuridad y muchas otras, todas pueden tener un origen y por supuesto su concerniente solución.
Las fobias, son como un rechazo o miedo irracional hacia algo o alguien, también puede ser hacia una situación determinada, y estas pueden derivarse de algún trauma sufrido en la niñez o en cualquier momento de la vida.
Hay personas por ejemplo, que por haber sufrido humillaciones, vejámenes, maltratos de carácter físico o psicológico muchas veces de ebrios. Se convierten en personas con fobia hacia las bebidas o lugares donde se tome.
La depresión
La melancolía y la tristeza, son dos palabras homólogas o sinónimas. Ambas traen consigo una situación de ensimismamiento. También son afines a la apatía y llevan muy fácilmente a la tan temida depresión que tantas vidas ha cobrado.
Una terapia grupal o Mindfulness en familia es lo más indicado en estos casos. No hay como oír a otra persona narrando su vida, para saber que tú, tuerto, eres rey entre los ciegos. Hay un cuento por allí que nos conduce a una moraleja. El mismo dice: “Nunca volví a quejarme por no tener zapatos, hasta que descubrí a quien no tenía pies”.
Siempre que estén tristes o deprimidos por alguna causa. Es bueno hablar con otras personas y así verán que su cruz por así llamarla. Es mucho más pequeña e insignificante que la del que está a tu lado.
Parece mentira, pero “mal de muchos, consuelo de todos”. El saber que no estamos solos, que cada a persona tiene y lleva su propia cruz. Al hacer terapias de grupo, se darán cuenta que los humanos nacen llorando y probablemente llorarán toda su vida. Entonces es allí, cuando realmente dejamos de auto compadecemos y creamos una coraza contra el sufrimiento, contra las lágrimas. Logrando así, ser más fuertes ante el dolor o situación dolorosa.
Las terapias de grupo o Mindfulness, son excelentes y lo más recomendables para drenar una situación que creían insoportable. Pues no señor, “hay que aprender a vivir con nuestra daga metida en el pecho”. Aunque todos los días al abrir los ojos, nos asalten esos fantasmas, tenemos que compartir con ellos, el desayuno y todo el resto del día. Ya que llegará el momento en que habrán desaparecido y hasta lo echemos de menos.
Comentarios recientes