Ya sabemos que el Yoga es una disciplina que se originó en La India. Y que además también viene desarrollándose y mutando desde hace algunos miles de años. Decimos que ha mutado, porque su práctica original ha sufrido algunas transformaciones. Por tal motivo hoy vamos a ver la primera rama del Yoga “YAMA” el código de la conducta social.
Comencemos por aclarar que esta disciplina consta de 8 ramas específicas. Donde cada una de estas está destinada a atender aspectos del ser humano con respecto a su actitud frente a la vida y a la búsqueda de encontrar la paz interior.
Debemos también aclarar que los yoguis, o personas que practican Yoga, reciben múltiples beneficios. No solo para su salud física, sino también para su salud mental. Una persona que practique yoga, va transformándose poco a poco hasta convertirse en una persona integrada por completo al cosmos.
Entonces, teniendo en cuenta que el Yoga está subdivido en ocho ramas y cada una de éstas tiene su propio significado y sus propias atribuciones. Veamos cuáles son las principales características de la primera rama del Yoga “YAMA” el código de la conducta social.
El YAMA y sus principales características
La primera rama del Yoga “YAMA” el código de la conducta social se caracteriza por exaltar dicha conducta en personas. Por eso vamos a ver todo lo relacionado con esa conducta social de quienes practican Yoga. Así como también saber cómo les afecta para bien, tanto a ellos mismos como a las personas que los rodean.
Según Patanjali, esta primera rama del Yoga, es lo que hace que las personas que lo practiquen logren un verdadero equilibrio con la sociedad. También ayuda con la conducta que ellos observan a medida que van adentrándose más con sus meditaciones y ejercicios o posiciones corporales.
Esto permite que las personas se integren por completo al Universo. Si tomamos en cuenta que la palabra Yama, se deriva de Yam, que a su vez significa “reprimir”. Nos damos entonces cuenta de que se trata de abstenerse de realizar o percibir algunas actividades tal y como las demás personas las perciben.
La abstinencia por su parte incluye ayunos, abstinencia sexual, votos de pobreza y tantas otras cosas más. Estás harán que las personas finalmente llegan a elevarse espiritualmente a extremos impensables, llegando a tocar lo sublime. Así como también lo puro y lo espiritual para poder percibir lo inmaterial y unificarse con todo el universo.
Esta disciplina en su versión la primera rama del Yoga “YAMA” el código de la conducta social. Incluye un desprendimiento de todo lo material, de las cosas banales y de todo tipo de egoísmos, rencores y ambiciones. El Yama es considerado como una doctrina o conducta que transforma a las personas sin distingos de raza. Tampoco el sexo, edad, nacionalidad ni nada que no tenga que ver con la pureza del espíritu.
Las yamas no son mandamientos ni leyes que se tienen que cumplir con carácter de obligatoriedad. Aquí las personas se van transformando de manera voluntaria, adquiriendo conciencia y moldeando sus pensamientos voluntariamente casi sin darse cuenta.
Los cinco códigos morales del Yama
El Yama, como una subdivisión de la primera rama del Yoga “YAMA” el código de la conducta social. Consta de cinco preceptos que deben cumplirse a cabalidad para que esta disciplina se desarrolle como debe ser. Estos cinco preceptos componen la esencia del nuevo comportamiento que debe ir adquiriendo la persona que desea ejercer una conducta cónsona con su aprendizaje.
A saber son cinco estos componentes y vamos a describirlos detalladamente:
Ahimsa
Se refiere a la no violencia, los yoguis jamás agreden a otras personas. Ni aún en circunstancias extremas en que se pueda justificar la defensa propia. Un practicante de Yoga avanzado, evita la violencia, corre, esquiva o simplemente, permanece inmutable ante cualquier agresión. No le importa que lo tilden de cobarde, esto de alguna manera desarma al agresor.
La no violencia no queda limitada a los golpes, los puntapiés, las puñaladas o los tiros, la no violencia incluye la agresión verbal. Jamás se debe responder con sátiras o con insultos a quien nos agrede verbalmente. Por el contrario, se debe guardar silencio y solo si se le da la oportunidad, se pueden defender.
Satya
Esta subdivisión de la primera rama del Yoga “YAMA” el código de la conducta social. Se refiere a la veracidad de las palabras donde no se debe mentir bajo ninguna circunstancia. Ya que en el Yoga no existen las mentiras a medias, las mentiras blancas o las mentiras piadosas. Mentira es mentira y la verdad debe ser absoluta.
Aún en los casos extremos se debe hablar siempre con franqueza aunque esto implique la posible aplicación de un castigo. No se le debe mentir a los niños con respecto a un tal Santa Claus que trae juguetes desde el Polo Norte, pronto lo cuestionarán y verán que trae los mejores juguetes, no a los que se portan mejor, sino a los que más tienen.
Tampoco se debe mentir para proteger a alguien o para evitar un sufrimiento mayor al que ya puedan estar pasando en caso de alguna enfermedad.
Asteya
Respeto hacia la propiedad privada, las personas deben aprender a respetar lo ajeno, lo ajeno no se toma prestado sin permiso, no se usurpa ni se quita a los demás. Este principio es con carácter de absolutismo, nunca ni por ninguna circunstancia se debe tomar lo que no nos pertenece aún en casos de extrema necesidad.
Esto incluye la codicia o la envidia, no debemos codiciar las cosas materiales ni la belleza, ni la inteligencia ni nada que no nos pertenezca. Tampoco se debe robar conocimiento, comisiones ni ninguna clase de información, mucho menos el amor de otra persona.
En resumidas cuentas, lo ajeno se deja quieto donde está, debemos ser conformes con lo que tenemos. Y si queremos algo más debemos esforzarnos por conseguirlo honestamente y con trabajo. Por eso se debe tener en cuenta la primera rama del Yoga “YAMA” el código de la conducta social. Así podrás saber que las cosas que haces están bien hechas.
Brahmacharya
Este precepto se refiere al control de la energía, de todos los fluidos incluyendo el semen. Tiene que ver con el celibato parcial o controlado, y además con la continencia en todos los sentidos. Las relaciones sexuales deben ser placenteras, pero no egoístas, se debe procurar dar y obtener placer. Pero que sea sanamente, sin excesos, sin promiscuidad y con el mayor respeto hacia la pareja y hacia uno mismo.
El sexo es un regalo del universo y no se debe maltratar ni desperdiciar. Pues tiene un fin que es la procreación y la satisfacción de la pareja. Además es divino en toda la extensión de la palabra y no debe ser deformado ni ultrajado.
Aparigraha
Esto implica apartarse de la codicia, de la avaricia y de toda suerte de amor por acumular riquezas. Solo debemos contar con lo necesario, el lujo y la sobre abundancia, no son bien vistos en la primera rama del Yoga “YAMA” el código de la conducta social.
Debemos compartir en todo momento y no ambicionar grandes riquezas que solo nos traerán la preocupación de cómo conservarla y no podremos llevarla con nosotros cuando partamos. Las personas deben aprender a desapegarse de lo material y vivir solo con lo que vamos necesitando día a día.
Todos necesitan una vivienda, no tiene por qué ser muy lujosa. Y en cuanto al tamaño, debe ser justo del tamaño que la necesitemos según el núcleo familiar. Igual sucede con los vehículos, con el mobiliario, con los artefactos eléctricos y con todas las cosas materiales como la ropa y el calzado.
Este precepto induce a vivir con modestia, sin lujos extremos y con amor para compartir todo lo que tenemos en un momento dado sin egoísmos y sin envidia por lo que puedan tener otras personas.
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